miércoles, 15 de abril de 2009

Entumecimiento facial

Pues ya regresé a trabajar y me siento bien, cómodo, como había establecido en post's anteriores, es un trabajo que en cierta medida me da muchas cosas (aunque no tanto $ como quisiera). Pero en resumen digamos que lo paso bien.

En mi trabajo se requieren ciertas habilidades de socialización: se necesita tener paciencia y saber tanto demarcar bien el lugar propio como respetar el de los otros. La cuestión aquí es que hay un exceso de otros, no que sobre gente, pero así es la dinámica del trabajo.

Al final de la semana ocurren dos cosas: 1) debo haber memorizado el nombre de veinte personas nuevas sobre la marcha y 2) deseo meterme debajo de una piedra para no hablar con nadie.

Sucede que no soy precisamente del tipo parlanchín, aunque lo intento. Aquí el conflicto: cuando estamos en la calle (que es donde trabajamos) por lo regular voy acompañado de varios compañeros u otras personas, y todos invariablemente, tienen algo que contar quieren platicar de cualquier cosa, lo que en sí está bien, la situación es que yo no soy buen conversador 'casual' así que sólo me limito a hacer comentarios fáticos (ajá, órale que bien, tssss está canijo, etc) y me he pillado a mí mismo haciendo esto mientras esbozo una especie de sonricilla, entonces al final del día, tengo los músculos faciales entumidos. Que la gente quiera platicar está perfecto, nomás que lamento no ser un buen interlocutor.

3 comentarios:

Zavet Monroy dijo...

ajá, órale que bien, tssss está canijo
jajajaja

mmmm... me da curiosidad tu trabajo ¬¬

Unknown dijo...

oye renato

a ver si nos vemos la próxima semana
tengo taaaantas cosas que contarte
jojojo

nel
vamos al beis mejor, no?

Renato dijo...

Z:

pues trabajo en un programa de la universidad de Puebla, haciendo alfabetización de adultos en la ciudad. Es más complicado que eso, pero en resumen así es.

S:

vamos al beis, no se diga más. Yo ya volví a ir con mi jefe al último juego que tuvieron aquí. Ésta semana ya regresan. Ahí me avisas