miércoles, 16 de diciembre de 2009

Post cansado

Si hay que penar en propósitos para el año venidero, queridos lectores, uno de ellos, el principal, debería ser el de dar un giro radical a la forma en la que nos estamos conduciendo. De repente parece que las cosas no están ene le lugar adecuado. Digo que parece porque: cómo sabe uno cuando todo está donde debe? Pienso que uno se da cuenta de eso y así, es que uno se da cuenta. 

Este es el post que refleja el cansancio. 

Mira

Hubo una temporada, una temporada larga
en la que estuve enojado con la vida.

Estaba enojado con las personas, con la ciudad
con los libros, las computadoras y conmigo.

Ahora nomás estoy un poco molesto con los
libros y conmigo.

martes, 8 de diciembre de 2009

Sensaciones / Ironic

¿Han tenido esa sensación de que las cosas van a salir mal antes de iniciarlas? ¿Han tenido la sensación de que van a salir, como el perro pequeño que se mete a una pelea de perros grandes y termina saliendo despavorido al primer cruce? Yo sí y, efectivamente, las cosas salieron mal. Soy como ese perro pequeño que nada tiene que hacer en ciertas peleas.

Cuando uno va creciendo (físicamente) siempre se la pasa escuchando cosas como: "ya lo verás", "el tiempo me dará la razón", "la sabiduría se gana con la edad". ¿Saben qué? Es cierto. Me acabo de pillar a mí mismo dando un consejo -con conocimiento de causa -a alguien de esta guisa: "pero no te tortures por eso. Las cosas, como las veo ahora, deben ser más sencillas. Eso de complicarnos la vida nos lleva a lastimarnos y lastimar a otros." ¡Carajo! Tiene uno que pasar por ciertas situaciones para darse cuenta de eso.

Para redondear la idea me gustaría mencionar algo que sucedió en los maravillosos años noventa, cuando fuimos jóvenes, cuando la vida no nos presentaba ninguno de estos retos y todo era, por decirlo con palabras del dicho de la gran nación tica: Pura vida.

En aquél entonces, la vida convulsionaba con el descubrimiento de internet, con la decodificación del genoma humano y el lanzamiento de las sondas del sistema solar externo Voyager y Viking (impulsados por la revolución del Hubble) y, desde la siempre amistosa y fría Canadá nos llegaba una voz ronca (remanentes de la generación X y su característico desprecio por todo, dirían los críticos), que parecía descargar toda su furia y angustia en un disco que se llamó Jagged Little Pill del que se desprendió lo que se convertiría en el número 1 del American Top Forty de 1996: Ironic.

Alanis Morrisette prestó su voz y sus gritos para transmitir un sentimiento que se venía gestando ya en los 15 y ñeros como yo y como algunos de ustedes:

(...)
Well life has a funny way of sneaking up on you
When you think everything's okay and everything's going right
And life has a funny way of helping you out when
You think everything's gone wrong and everything blows up
In your face

Aprendemos, a bola de chingadazos, que las cosas que van a salir mal, saldrán mal sin importar cuánto empeño pongamos en hacerlas funcionar, sin importar cuánta voluntad tengamos para hacer algo, sin importar que soñemos con lograrlo una y otra vez. Nos damos cuenta que las cosas saldrán como tengan que salir, que no todo depende de nosotros y que no todo es, por lo tanto, nuestra culpa. Repito: a bola de chingadazos.

An old man...




Alanis Morrisete - Ironic
Jagged Little Pill, 1995

viernes, 4 de diciembre de 2009

Heme aquí

Después de un largo, largo, largo período de ausencia (sí, esta introducción ya se está convirtiendo en un lugar común de este blog) al fin, regreso. Regreso sólo como quien pasa lista en la clase de las 7 de la mañana "presente" y se vuelve a dormir, como quien saluda a todo mundo "hola" al llegar a una fiesta en la que no quiere estar, para después desaparecer en el anonimato del alcohol, como quien reza el padre-nuestro "hágase tu voluntad" sin demasiada convicción y se vuelve a sentar.

Regreso, camaradas bloggeros, para decirles con poca -pero creciente -convicción que estoy dispuesto a recomponer (como dicen los cronistas de fútbol) el camino y no dejarme vencer por la apatía de la rutina y el trabajo para, de algún modo, no hundirme con el peso de mis propias ideas.

Los pasados han sido meses convulsos y revolucionados, de cambios y sorpresas. No ahondaré en ellos; sin embargo siento que puedo comenzar a hablar cada vez con más soltura de ellos. En el futuro habrán más detalles. Comienzo a verle cada vez más forma (y contradictoriamente, cada vez menos) a la vida, aunque todavía no tengo mucha claridad puedo decir que la vida está llena de eso: de lo desconocido, de lo inesperado y de lo doloroso. También puedo constatar que, por más que queramos huir de lo desconocido, lo inesperado y lo doloroso, nos alcanza sin avisarnos la vida es así: hay que encontrarle el chiste.

Regreso, Oh pues, camaradas, para dar testimonio de esta la mi vida. Si acaso sirve de algo.