miércoles, 20 de febrero de 2008

Persía nocturna

Ciertamente los triángulos tienen omnipresencia en las ocurrencias naturales. ¿Será que nosotros creemos que vemos triángulos o que en verdad existen?


(...)



Es como si por un largo rato, el tiempo simplemente hubiera decido dejar de caminar. Como si la luna, estática, nos mirara pensando en la razón de su existencia.

domingo, 3 de febrero de 2008

Mysteries

Nunca hube amado tanto en la vida como te amé a ti o como me amo a mí mismo. Nunca sentí tantos deseos de correr trás de alguien para acercarme a su fragancia, para sentir sus cabellos y tomar su cintura. Pero ella, rebosante de juventud, de bríos y pujante por la vida me provoca hacerlo, se desviste al caminar, hace el amor con el aire que la rodea y sufre con el sol que le quema los hombros. Se puede adivinar que está saliendo ya de la adolesencia, su mirada comienza a tener la malicia característica de las mujeres a partir de cierto momento de sus vidas, aunque conserva el brillo casi infantil de la etapa anterior. Realmente sólo muy poco. El vaivén de sus caderas anuncia su conocimiento de las capacidades femeninas, anuncia su experiencia -talvez mayor a la mía -en la satisfacción de los instintos.

Habían pasado un par de años talvez, la tumba de su mujer se comenzaba a curbir con esas plantas verdes de hojas carnosas -realmente asquerosas - y la memoria cada vez se tenía que hacer asistir por fotografías y videos.

Uno siempre está mal ubicado en la vida, siempre se es demasiado joven para algo y demasiado viejo para otra cosa. Recuerdo cuando tenía diez y siete años, era demasiado joven para vivir solo y demasiado viejo para seguir viviendo con mis padres. Un par de años más tarde era demasiado viejo para seguir viviendo en el mismo país, pero demasiado joven para salir por mi cuenta. Ahora soy demasiado viejo para ti y demasiado joven para morir.
Mi vejez me impide lograr un par de cosas... ¿Qué somos? Sino un montón de tejidos con conciencia. Sino trozos de carne que caminan y se preocupan por lo que pueda ocurrir mañana. Hay quienes, a decir verdad, no se preocupan demasiado.


sábado, 2 de febrero de 2008

Cotidianas I

Sin pensarolo, Rubén se había metido en un embrollo terrible. No dejaba de pensar en las terribles consecuencias de sus recientes acciones. No tenía claro de qué acciones, pero sabía que habría consecuencias. Dejó el cigarro en el cenicero y se puso a dar de vueltas en la habitación, caminó entre los sillones varias veces imaginando los posibles escenarios. Se detuvo a mirar por la ventana el vaivén de las ramas del árbol solitario no es un buen lugar para nosotros. El árbol dejaba mover sus ramas por los autobuses que pasaban en el bulevar, plantado en el camellón no podía hacer demasiado, sus raices habían empezado a deformar el pavimento y los amantes citadinos habían escarbado tantas leyendas y juramentos de amor en su corteza que era imposible leerlas todas. Definitivamente no era un buen lugar para un árbol. Perhaps -pensó -the only way out is to cut you off and in doing so, cut me off too.No recordaba exactamente lo que había sucedido, en sus piernas había marcas de alguna huída frenética y en sus manos los restos de alguna pelea. ¿Qué habrá sido antes? Después de meditarlo un poco se alejó de la ventana, dio una última fumada al cigarro y lo apago aplastándolo en el cenicero. Tomó su chamarra, se dirigió a la cocina y bebió un vaso de agua de la llave del fregadero, mordió un pan viejo y decidió tomar una manzana. Salió de su departamento uno, dos - tres - cuatro - cinco - seis contó los pasos hasta la puerta, sacó las llaves de su pantalón y cerró una - dos vueltas a la chapa. Caminó el estrecho pasillo recordó las risillas insolentes de sus hijos. Esbozó una sonrisa. There´s a place that I´ll remember -canturreó en su cabeza mientras bajaba las escaleras siguiendo las sinuosas formas de la pared con la palma de su mano. Llegó a la puerta del edificio -había olvidado contar los escalones, eran diez y seis, lo sabía de memoria, pero siempre los contaba -abrió y salió a la calle. El viento de la mañana resoplaba entre los autos estacionados en las orillas, abotonó su chamarra y emprendió la caminata. Sargent Pepper´s lonely hearts club band, Subió por la calle empinada, vieja como las memorias de una anciana muerta hace siglos, firme y sucia, como las que ya no hay.Toda la noche había escuchado arengas necias y había hablado sin parar al son de la rumba y los vapores del mezcal. Mujeres necias insistían en entregar sus favores al vencedor de la palabrería y los panelistas lo tenían presente y se esforzaban más y manoteaban y desempolvaban sus frases más oscuras. Lógica cultural o proceso histórico. Después de un rato y de estar cansado de fingir había abandonado la contienda, dejando a los alfa y su necesidad impetuosa de procreación, luchando ferozmente.Había un balcón, música y bebida, yo estaba ahí y luego llegó ella ¿quién es? ¿Qué hicimos después?El sol comenzó a hacer sombras en los edificios y las aves iniciaron sus cantaletas monótonas, unos perros comezaron a husmear en la chamarra de su dueño, tendido en una de las bancas del mobiliario urbano, buscando alimento o talvez tratando de despertarlo de su sueño etílico. I read the news today oh, boy. Se frotó las manos y las metió en los bolsillos del pantalón, levanto la cabeza y sintió unas punzadas que lo dejaron inmóvil unos segundos. El cuello le dolía y se había dado cuenta que la espalda la tenía golpeada. Sabía que no su memoria no se había perdido por estar borracho, si hubiera estado borracho no estaría de pie ahora caminando y deseando comer algo. Las náuseas le impedirían, siquiera, pensar en comida. Tal vez lo asaltaron.Salimos de ese lugar, sí -recordó triunfalmente -¿fuimos a mi casa? Imposible decirlo ahora.La cafetería de la esquina estaba comenzando a moler la primera carga del día, la calle se comenzó a llenar con el amargo aroma del café bien tostado. Instintivamente, como un sabueso, sigió el olor sin proponérselo. ¿Cómo arrepentirse de algo que no recuerdas? Sin embargo, dentro de sí, sabía que debía sentirse arrepentido por algo. Look at all the lonely people. Tell me, good fellow, what is your deepest fear? En la cafetería habían ya dos parroquianos dando los primeros sorbos a sus respectivas tazas. Vestían trajes grises y corbatas azules, uno de ellos leía el períodico del día mientras que el otro miraba despreocupadamente a través del ventanal rotulado. Rubén masculló un saludo mientras se dirgía al barista detrás del mostrador. El que leía la sección nacional sólo apartó la mirada de su papel y levantó las cejas, el otro se giró completamente sobre el banco que ocupaba, los escudriñó con la mirada y le devolvió el saludo. Unexpected kindness. Un expreso doble y una rebanda de pastel de limón. Bueno, de queso.Mientras seguía atento los movimientos del anciano escuchó un descuidado golpe de la taza contra el plato del trajeado. Volteó a mirarlo y aquél sonreía tratando de disimular su torpeza. Rubén sonrió un poco y volvió a mirar al viejo que esta vez le ponía la tazita enfrente.

De un sorbo bebió todo el contenido de la pequeña taza, la puso con cuidado, como queriendo mostrarle a su vecino en la barra, cómo se hace. Pidió otro igual mientras cortaba con la cuchara un trozo del pastel.Hoy va a estar feo, mejor se queda dentro de su casa y se encierra, junta todos sus papeles y espera a que lleguemos. El bocado seguía ensalibándose en su boca cuando escuchó eso. Volteó a ver al comenzal y tragó. Escuchó en la calle el ruido de tacones que se acercaban por la misma calle en la que él venía, volteó y, a través del ventanal vio a una mujer cubierta completamente con un abrigo negro y una bolsita roja colgando de su brazo. She could be naked underneath.

Ella tenía estos...¿Quienes? ¿A qué se refiere?

El vapor liberado por la vieja máquina lo hico voltear y observar cómo se llenaba la tazita con un chorro, lento y pesado. Mejor quiero algo salado.

Si no eran esos, por lo menos eran muy parecidos. Recuerdo que le dije que era muy bonitos, que me gustaban mucho la forma en que levantan tus muslos. Salimos y caminamos por la calle, dejé caer mi vaso en una maceta y caminamos mucho.Baby you can drive my car. Otra vez la taza llena. ¿Pues qué pasó? Un contingente policial comenzó su marcha de rutina aunque esa mañana era más ostentoso, el sol hacía brillar el engominado cabello del que leía. Under that light -pensó mientras examinaba detenidamente a esa persona -you can almost get confused about his personality, but don´t let him misslead you. Había notado, por los trajes iguales, que venían juntos, había visto además, una pistola al costado del descuidado. Eran policías, detectives o, por lo menos, judas. El pulcro -como había alcanzado a bautizarlo, dobló el periódico y empujo lo último que quedaba en su taza, dio una mordida final a su pan y se puso de pié. Vámonos. Ya le dije amigo, usted parece una buena persona, pero no hay que dejarnos confundir. Miré, la cosa está fea y se va a poner peor, vaya a su casa y si vive por aquí, guarde bien todos sus documentos importantes, no le abra a nadie a menos que sea la policía y estese tranquilo. Otra mirada de incredulidad. Alcanzó a lanzar una mirada de entendimiento y asintió con la cabeza. How I wish you were here, we´re just two lost souls swiming in a fish bowl, year after... El descuidado dejó pagada la cuenta de ambos y se puso de pié, lanzó una última mirada en Rubén, como queriendo entrever su reacción, pero éste se ocupó en comer su pastel. Caminó a la puerta donde el pulcro encendía un cigarro y ambos salieron.Llegamos a un jardín, habían árboles y banquitas, nos besamos y acaricié sus piernas bajo la falda, me besó el cuello, me comenzó a dar modiditas. Su entrepierna comenzó a abultarse la senté en la banca, me hinqué y puse sus piernas en mis hombros. Tocó sus rodillas y le dolían, casi pudo oler la fragancia que despedían, un olor un poco amargo, talvez por el nylon de sus medias, un olor fresco más arriba, en sus muslos. Ella reía y me decía cosas. Ya sé por qué todo lo recuerdo en inglés. No dije nada, nunca dije nada. Metí mi nariz en su vulva, la toqué con la lengua. Amargo sabor.Su cuello estaba tenso, comenzaba a dolerle otra vez. Me acarició con la punta de sus dedos, con sus uñas extraordinariamente bien cuidadas.

Pagó al anciano el importe de lo que había consumido, dejó un trozo de pastel. Había comenzado a sentir náuseas. Se levantó del banco de la barra y caminó fuera del local. En la calle habían más policias de los que había calculado, los dos hombres que estuvieron dentro del café con él momentos antes hablaban con uno de los oficiales, aparentemente, el de mayor rango. Los miró un momento y el estómago le comenzó a hacer un ruido que conocía I was drunk indeed -pensó -there´s no other explanation.Ahora todo comenzó a darle asco, el olor del café, el olor de la comida que se preparaba adentró, los recuerdos del pastel y el aspecto del policía torpe. I have to go back.Say it! Katrina, say it. No dije palabra alguna, ella parecía molesta, me gritaba su nombre, me insultaba say it, you scumbag, Katrina! Con un acento muy raro.Sabía que si no llegaba pronto a su casa sucedería lo inevitable, no quería dar un espectáculo en la calle Once, once I loved. And I gave so much love... apretaba los ojos y tragaba saliba constantemente, trataba lo mejor posible de contenerse. Nunca se ha arrepentido tanto de algo en su vida que de haberse emorachado. Metió las manos en las bolsas de su chamarra y se apretó el etómago, éste hizo un primer amague que pudo contener en la traquea, apretó el paso y trató de no pensar en nada. Sacó la mano derecha y se la pasó frenéticamente por la cara mientras desandaba sus pasos. Apesar de que el sol había comenzado a dar de pleno en la calle, él sentía cada vez más frío. El colón comenzó a arderle y el estómago se le comprimía con estertores violentos y consecutivos.¿Por qué me grita? Un grito sordo y unas palabras que no reconocía. Golpes en la espalda, como un tambor. ¿Por qué me gritas? Ni una palabra, nunca. Intentaste ahorcame. You choked me. En aquel momento, justo antes de que se diera cuenta que tenía la mandíbula trabada, había pensado que no le había advertido que estaba en su período. Por eso estaba molesto, por eso no decía nada, por eso apretó cada vez más fuerte. Por eso lo golpeaba ¿por eso me insultaba?Había llegado a la puerta de edificio, tuvo que vomitar ahí, pero no se detuvo. Abrió y subió lo más rápido que pudo por las escaleras, one, two, three, four... tosió asquerosamente y apenas logró meter la llave y hacer girar la perilla de la puerta de su departamento. Estaba abierta. ¿Qué hacen todos estos aquí?Les digo que estaba en su período y no me avisó.Sin lograr entrar al baño, impedido mejor dicho, se dobló en la pared del recibidor, donde estaba la mesita con las fotos familiares. Sus hijos sonreían inocentemente en el parque, su esposa lo señalaba, enmarcada, como reclamándole que, a pesar de haber destruido su matrimonio, no hubiera podido dejar de beber.Eres tan cabrón como pendejo, pero así te vamos a llevar.Nunca me arrepentiré de nada en la vida, nunca tanto, como haber estado borracho.Breathe, breathe in the air, don´t be afraid to care. Leave, but don´t leave me. Look around, chose your own ground.Afuera del edifició, todos los pelotones policiales apuntaban a la entrada, la calle llena de curiosos brillaba con un sol hermoso, como pocos. El olor a vómito en su chamarra lo hizo vomitar más, para deleite de sus compañeros de desayuno.

¿Quién lo iba a decir? Creíamos que era un profesional, un sádico.