miércoles, 31 de marzo de 2010

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¿Qué es eso a lo que llamamos: tenemos tanto en común? ¿Qué son las afinidades? ¿Dónde comienza la compatibilidad verdadera y dónde la producción cultural en masa?

Hoy estuve -frente a frente -en el transporte público con quien, de no ser por mi proverbial y bien conocida incapacidad para abordar al sexo opuesto, con quien podría definir como 'mi alma gemela', mi media naranja: el amor a primera vista. Era ella delgada (tanto como yo), era ella alta (un poco menos que yo), era ella de un tono de piel muy cercano al mío. Ella subió y lo primero que noté fue la gama de colores que la vestía: morados, lilas y guindas curiosidad que relacioné de inmediato con el tapete de poliuretano perfectamente enrollado que colgaba, hábilmente atado con una cuerda morada por ambos extremos, de su brazo derecho: iba a clases de yoga.

El sol de la media tarde - 5 pm -se dejaba sentir acompañado de una brisa que comenzaba a refrescar el ambiente. El bochorno del medio día se comenzaba a disipar. Yo estaba sentado dentro del transporte con una playera tipo polo color azul, lentes para sol, jeans azules ajustados y estos tenis cómodos que me encontré el mes pasado. Ella subió con lycra morada, blusa blanca, larga sobre la cual otra blusa -que de no tener la otra por debajo, dejaría ver gran parte de su abdomen, sus hombros y clavículas -una maleta de mano, de color guinda y lentes para sol.

Una vez que se hubo instalado (ignorando el pequeño universo al que irrumpía con la mayor ligereza) pensé "¿por qué no?" me retiré los lentes y le sonreí (mientras mentalmente tarateaba white collar boy), casi como un espejo, hizo lo mismo: pausadamente se quitó esos lentes de aviador, me devolvió la sonrisa y con la misma fugacidad ambos volvimos a la comodidad de las sombras. Saqué mi iPod y sintonicé Park life para digerir lo que había sucedido. Ella hurgó en su bolsa de mano y sacó un libro de Murakami. Estuve a punto de comentarlo, pero luego miré sus tenis y los míos. Pensé que eramos tan parecidos, tan sospechosamente parecidos.

¿Qué tantas posibilidades hay en estos días de tener los mismos gustos, las mismas actitudes, las mismas lecturas, los mismos hábitos y los mismos tenis? Sólo basta con ir a los estantes de las librerías: ahí está Murakami, basta con ir a cualquier tienda departamental o zapatería: ahí estarán los mismos Converse; basta con vivir en la misma ciudad, con ir a la misma universidad, ver los mismos programas de televisión.

Ahí se me acabó la excitación, la pasión y el amor.

lunes, 29 de marzo de 2010

Fígarooooo!

He pasado gran parte del día con G, quien, por cierto se la ha pasado trabajando me consta. Nos la pasamos pendejeando acerca de algunas cosas que sucedían en nuestras infancias, principalmente el tipo de estímulos televisivos a los que estábamos expuestos (una generación después que en Estados Unidos): Woody the woodpecker, Bugs Bunny, etcétera. En los que, de sobra está decirlo, la violencia gratuita eran la consante.

Pues nos recordamos principalmente de aquellos capítulos cuya temática estaba definida 1) por el Barbero de Sevilla y por 2) Fígaro. Hicimos un repaso por todos los episodios que recordábamos: el de Bugs usurpando el lugar del famoso director Leopold y obligando al pobre tenor, como venganza por no dejarlo tocar su banjo, a alcanzar las notas más altas y sostenidas en Fígaro! Fíiiiigaaaaroooooo!.


Además recordamos el antiguo, comercial de Alka Seltzer


Discutimos, mientras saboreábamos tacos árabes , cómo esta ópera ha penetrado de tal forma en la cultura popular y cómo, desde chavitos, estuvimos muy conscientes de la inmensa diversión que representa.

En fin.

domingo, 14 de marzo de 2010

Pescado y futbol

I.

No me gusta comer pescado y tener hambre otra vez tan sólo hora y media después. Me hace sentir como un barril sin fondo. Lol.

II.

Por primera vez en la historia soñé que estaba desnudo -semi desnudo más bien -y me importaba que la gente me viera. Pero sólo por un momento, porque inmediatamente mi desnudez pasó a segundo plano cuando un niño de primaria se chingó mis tenis y se los guardó en su mochilota.

III.

No se cansan de ver partidos de futbol y que la gente a su alrededor jure que el árbitro le robó a su equipo? Eso siempre me pasa cuando veo los partidos del Puebla de la franja con alguno de mis hermanos: como nunca ganan, siempre el árbitro les roba el partido. Puaj!


sábado, 13 de marzo de 2010

Update

I.

Acabo de ver una de esas películas que inmediatamente te atrapan. Conforme van avanzando los días y los años, se me sigue agudizando la sensación de que todo pasa cada vez más rápido y así, "los días se convierten en semanas, las semanas en meses y los meses en años". Bonito lugar común.

The perfect you (2002) es una de esas películas que, por alguna razón, me tocan. Sí, sí, aparentemente es una comedia romántica, aunque un poco atípica. En fin, si pueden encontrarla, búsquenla, no sé ni cómo la tradujeron al español o siquiera si la vimos aquí.

II.

Ayer me bebí tres Carolus en la noche. Abrí la ventana, apagué la luz, me tumbé en la cama, conecté el iPod a las bocinas y puse todos mis discos viejos de Oasis. Qué extraño es pensar en que 'Be here now' ya tiene 13 años, que hace 13 años, yo tenía 13 años. Mientras el sopor de la fermentación que tenía lugar en mi panza me llevaba a desvanecimiento de la consciencia, tuve una epifanía: los finales de las canciones de Oasis siempre han sido muy largos.

III.

Alguien interesado en ayudarme para hacer el resumen crítico de mis lecturas? Me llevará tiempo, porque ya no estoy tan acostumbrado como antes. De verdad que podría comenzarlas hoy, pero mi impresora está de un berrinchuda desde hace tiempo y no quiere imprimir. Y ya. Bueno, todavía no, la cosa es que me da emoción la perspectiva de volver a lo escolarizado. Esperemos que se arme y entonces ya les estaré contando otras cosas.