jueves, 26 de marzo de 2009

Fono-teco-mancia: ¿una forma de conocer al otro?

Toda esta semana me ha estado rondando una idea que aparentemente no tiene grandes consecuencias. Digo que aparentemente no tiene consecuencias porque siempre en apariencia, las cosas engañan.

¿Qué somos? (Pregunta simempre elusiva), se dice usualmente que somos el resultado de un montón de situaciones, de contextos, vivencias al azar y elecciones en el camino. Es decir, la mitad de lo que somos no es responsabilidad nuestra, pero la otra mitad lo es enteramente: por nacimiento nos tocó vivir en el país que nos tocó, por influencia de los padres hablamos la lengua que hablamos (en caso de que sea sólo una), por la elección de los libros que leímos o los discos que compramos es que tenemos tales o cuáles temperamentos, etcétera

Sobre esto último tiene que ver la idea que he estado pensando: ¿es posible leer (interpretar) a una persona sin preguntarle nada? Conocer a alguien echando un vistazo a su biblioteca y a su fonoteca, específicamente, explorando, escuchando la música que tiene cada quien en sus compudatoras. Sería interesante.

Las computadoras guardan registro de todo, por ejemplo, iTunes (y casi todos los reproductores) hace un log de qué canciones se escuchan más, en qué fechas, en qué orden, cuándo se importó tal disco, qué tipo de música es. Además si el dueño de la computadora en cuestión es cuidadoso, hace playlists y subapartados como: 'música para fiesta/dorimir/leer/tener sexo/fumar...' Si pudieramos ver eso en la computadora de nuestro/a prospecto amoroso, podríamos saber mucho de él, respondernos preguntas como: "¿cómo era hace determinado tiempo? ¿Cómo se comportaba? ¿Qué pasaba por su mente?" Este tipo de fonotecomancia, evitaría a la larga muchos problemas de pareja y ayudaría a la elección oportuna de los amigos.

Siguiendo la idea se me ocurre que habría, por lo menos, dos tipos de personas: los que se mueven dentro y hacia la música y a los que la música les llega. Están los que eligen su música a medida que su gusto se va volviendo más específico y están aquellos cuyo gusto se va moviendo a medida que ven televisión, salen de antro o escuchan demasiadas estaciones juveniles. Estarían los exquisitos que tienen en sus carpetas grupos y cantantes conocidos sólo en Nepal o el súper hit en Tokio, estarían también aquellos simplones que se bajan todos los días la número uno del top de MTV o de Telehit; Los que tiene horas interminables de Bach, Mozart, Rachmaninnof, Dizzy Gillespie, Louis, Satchmo (The Great), Daddy Yankee, Alejandro Fernández, RBD... y así, de todos podría hacer, el observador atento, una idea de qué personaje es el dueño de esa fonoteca.

La idea no es novedosa, de hecho la adapté un poco de aquéllos que dicen que es posible hacer esto a partir de los libros leídos. No sé, en nuestros tiempo, qué nos defina más.

No sé exactamente en qué posición estaría yo mismo pero, para recibir un poco de ayuda pondré las canciones que sonaron en random mientras escribía este post:

Air - Sexy Boy
Gustavo Cerati - Engaña
Yann Tiersen - La relève
Rose Melberg - The Orchard
Sigur Rós - Hjartað Hamast (bamm bamm bamm)
The Clientele - Winter on Victoria street
The Avalanches - Frontier Psychiatrist

Como ven, me tardo mucho escribiendo.

1 comentario:

B West dijo...

hey, el last.fm tiene una herramientilla que puedes colgar en tu blog, con estadisticas de lo que escuchas! yey! la voy a colgar en el mio!

saludos!