Amigas y amigos, lectores todos:
Siento un cansancio rico en las piernas, en los brazos y en la espalda. Acabo de regresar de una senda celebración (como ha sido por siglos) misma que tuvo lugar en el lugar donde todo y nada sucede. Desde la primera vez que fui allí (no postearé fotos, no diré su nombre) siempre me pareció, por su disposición geográfica, como una cápsula en la que las cosas, efectivamente; a excepción del río que fluye todo el día y toda la noche, se detienen.
Este fin de semana tuve tiempo para pensar enmedio del frío intensísimo, durante horas, sin poder dormir, en lo mucho que ha sucedido y lo poco que he podido hacer últimamente. A diferencia de otros años (no puedo explicar la razón exacta para ella) no siento que se vaya a terminar un año, me preocupan tantas cosas, tengo expectativas por tantas otras y espero poder iniciar el próximo año, mejor.
No les deseo felicidad ni jaladas de esas, sólo espero que el próximo año sea mejor que el que se termina. No xtenderé mis sentimientos grinch para no arruiniarle la vida a todos ustedes.
Coman, beban mucho y disfruten sus regalos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario