viernes, 4 de febrero de 2011

de viajes y camiones

Cada vez que inicio un viaje, sea largo o corto, sea en avión, en camión o en metro, siempre tengo el deseo secreto de que no se acabe. No me refiero al destino, sino específicamente a la transportación. Nada como mirar por la ventana de la línea 1, de la México-Puebla o de las nubes.

1 comentario:

brocheta dijo...

el viaje interminable, la leve sensación de movimiento...creo que sé a qué te refieres :)