[...]
Carolina, hija ¿cuánto tiempo llevas en este mundo? Trece semanas, poco más de tres meses y aun no sabes cuándo callarte y aun tu madre no sabe cómo hacer que te calles. Me lavo las manos, me lanzo agua a la cara y me miro a los ojos en el espejo mientras escucho tus gritos, Carolina. Tus gritos: hambre, sueño, cólico, suciedad ¿qué tienes, qué quieres? Necesito que aprendas a hablar para poder ayudar a tu madre con la crianza de otro modo no puedo. Necesito que aprendas a hablar.
Salgo del baño me dirijo a la habitación y fingo interés preguntando: ¿que pasa? ¿Qué quiere? ¿Te ayudo en algo? Recibo tres respuestas: no sé, no sé, no gracias. Te paso la mano por la barriga, beso a tu desesperada madre en la frente, salgo del cuarto, sigues llorando y yo vuelvo a la sala a ver por la ventana.
domingo, 8 de abril de 2007
domingo, 1 de abril de 2007
La filogénesis del lenguaje
¿Dios nos dio la capacidad de hablar?
¿Aprendimos a hablar siendo este el resultado de la culturalización de nuestros sistémas respiratorios y digestivos respectivamente?
¿Somos una gran accidente?
¿Aprendimos a hablar siendo este el resultado de la culturalización de nuestros sistémas respiratorios y digestivos respectivamente?
¿Somos una gran accidente?
como digo una cosa, digo otra
brujería gratis,
irrealidades de la vida,
reseñas críticas recomendaciones
Suscribirse a:
Entradas (Atom)