lunes, 18 de julio de 2005

María José

Hay cosas pequeñas en la vida, cosas que hago en la intimidad, casi en secreto. Hay veces que creo que algo está mal conmigo pero ¿qué puede haber de mal con algo que me agrade tanto? Hay veces en que logro concentrarme por más de tres horas en alguna cosa, hay veces que no recuerdo más después de estar pensando en algo, hay veces que no sé dónde estoy. Un día, por accidente, me corte el brazo, me dolió un poco al principio, pero después, al ver el rojo intensísimo de mi sangre, símplemente no pude dejar de verla fluir, no pude sino dejarme seducir por su lento discurrir, no pude sino pensar en las tardes rojas atrapadas detrás del volcán; la sentía andar mi piel hasta caer en una gota gorda desde mi pulgar. La sangre tiene ese poder de seducirnos, por eso, desde ese día, decidí que sería médico.

Aun hoy, hay días enteros en que no pienso más que en el atardecer, que paso horas encerrada en mi consultorio cuando no llega nadie, aun hoy, cuando mis hijos me piden ayuda con su tarea y no los escucho, pienso en el rojo de aquel día, aun hoy, muy de vez en cuando, lo juro, me encierro en el baño y me hago una pequeña cortada en el mismo lugar, sólo para ver el atardecer fluir desde mi brazo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

sí, el poder de la sangre, el suave flujo de la púrpura enaltecida por víctor hugo, de esa marea súbita, necesaria, eterna, esa profundidad del... NO, es evidente que NO quiero escribir algo así porque sería ir en contra de lo que me pasa con algunos de tus textos: su lectura está un poco más allá de lo que dicen, de esa literalidad que tan sólo es punta de puente (¿un puente tiene punta?) pero si percibo algo tan poco claro (al menos para un medio así) como esto de "un poco más allá" y me parece urgente comentártelo, ¿cómo podría decirlo sino es a través de palabras que no me alcanzan para el sentido que yo quiero dar? (mal escritor o conciencia abierta... o conciencia de escritor) al menos maria josé tiene su sangre y algún escalpelo cerca (chaz, la verdad no sé como es un escalpelo, ¿cortan?) pero yo ¿qué puedo hacer aquí y ahora?

Anónimo dijo...

Dejar que suceda todo...

Anónimo dijo...

Hola, amigos:

Hemos recibido una reflexión, escrita a máquina de escribir. Se ve que es de hace bastante tiempo, pero de un gran interés para quienes gusten de la literatura y deseen reflexionar sobre el arte de escribir.

. Se titula: “Reflexiones de un escritor al que no le publican nada”

Si lo deseas indícanos tu dirección postal y te lo enviamos gratuitamente.

Un cordial saludo. clubcosmopolitadelaescritura@hotmail.com

Juan A. González Pardo

Anónimo dijo...

Quiero agradecer el envío del cuadernillo "Reflexiones de un escritor al que no le publican nada". me ha parecido formidable. Quizá un poco farragoso, en algunas partes, pero muy lúcido. Sinceramente me ha hecho ploantearme el fondo de escribir y la relación con el otro, más allá de la omagen o ingeniería de la imagen que sucede en nuestra sociedad. He descubierto, tras su lectura, que escribir es escribir. Gracias a este blog por dar la información de esa joya de la lectura, en la que no hace falta saber quien es el autor. Y gracias a ese clun cosmpolita que me lo ha enviado gratis. Un saludo a todos.