Como los enunciados de la relatividad lo anticipan, nada hay en la realidad o en las ideas que sea por sí mismo completo e inmutable. La perfección de la realidad objetual sólo puede ser imaginada a través de un sistema de creencias (proposiciones) que poca o ninguna relación guarden con los objetos o ideas que representan.
Por lo tanto, imaginar un sistema que por sí mismo sea y explique lo que es parece una paradoja descriptiva.